Todos nosotros estamos rodeados por una «nube personal» que nos sigue a todas partes, todo el tiempo. Esta nube es tan propia y única de cada uno, que un análisis de su composición nos permitiría identificar de inmediato a su «propietario».
Esta nube no es más que aquella que se halla compuesta por millones de bacterias que conforman nuestro microbioma humano, o lo que es lo mismo, el conjunto de microorganismos que conviven con nosotros de manera natural en distintos sitios de nuestro cuerpo y que expulsamos al aire cada día.
Esta nube microbiana personal, es decir, los microbios aéreos que emitimos hacia el aire, establece una conexión microbiana entre nosotros y el aire que nos rodea.
Lo más esencial de la vida está representado en los microbios, estos son seres que sólo pueden verse a través del microscopio, en su mayoría son seres unicelulares pero sí presentan variadas formas y tamaños.
Todos los seres humanos expelemos a nuestro ambiente inmediato alrededor de un millón de partículas biológicas microscópicas cada hora que vivimos.
Debido al hecho de que muchas de dichas partículas contienen bacterias, la contribución que los seres humanos hacemos al microbioma de los medios ambientes interiores de los espacios que habitamos, desempeña, sin lugar a duda, un rol fundamental.
Un reciente estudio realizado en Oregón, Estados Unidos, evidencia que cada ser humano expulsa a su entorno una nube personal y única de microbios, por la que incluso, se le puede identificar como individuo.
La difusión de microbios que salen del cuerpo humano y son recibidos por los entornos puede suceder a través de un contacto directo con las superficies o mediante la liberación de éstos al aire.
Investigadores norteamericanos de la Universidad de Oregón han podido comprobar que si un grupo de personas permanece en un espacio cerrado es posible identificar a cada una de ellas por las características de su propia nube microbiana.
Los resultados de esta investigación pusieron de manifiesto la relación que existe entre la ventilación de los espacios y la salud de las personas, al demostrar que la nubepersonal de microbios se diluye con mayor rapidez cuando la ventilación es mayor. Los científicos comprobaron que si la tasa de flujo de aire aumenta de 1 a 3 cambios por hora la nube microbiana prácticamente se hace indetectable.
La información de este estudio nos pone alertas sobre la relevancia que tiene la ventilación de los espacios interiores para evitar la transmisión de enfermedades en edificios cerrados y de alto riesgo como pueden ser hospitales y terminales de transporte.
Y como en este mundo nuestro cada vez dependemos más de edificaciones herméticas para trabajar o sencillamente recibir cualquier servicio, se hace muy importante que los conductos por donde circula el aire que respiramos se mantengan siempre limpios y protegidos por filtros y purificadores que le impiden a la nube microbiana de una persona enferma entrar en contacto con los demás seres humanos.
En República Dominicana, la compañía Ducto Limpio se encarga de ofrecer a los usuarios todos los servicios relacionados con el mantenimiento e higiene de los ductos de aire de su hogar, garantizando calidad, rapidez y eficiencia en el servicio, elementos que se traducen en mejor salud y menos gastos para los usuarios.